La gestión de stocks es estratégica para cualquier negocio de la industria o el comercio.
Representa una organización de su flujo logístico que, bien pensada, puede generar importantes ahorros y un retorno de inversión muy interesante.
No sólo aborda el plano financiero, sino que al administrar de manera óptima las existencias y suministros, influirá también en la satisfacción del cliente la que se verá impactada positivamente.
La gestión de stock es el control de los flujos de entrada y salida de mercancías, para garantizar la disponibilidad inmediata de un producto cuando se realiza un pedido y para satisfacer la demanda, sin que resulte demasiado costoso para la empresa y evitando al máximo los desperdicios y pérdidas.
En cambio, los riesgos de una mala gestión del inventario, trae consigo una mala gestión de pedidos, mayores necesidades laborales, retrasos en los tiempos de preparación y entrega, un espacio de almacenamiento mal organizado, uso no óptimo del equipo, accidentes de trabajo, pérdida, deterioro y rotura de mercancías. A su vez, corren el riesgo de disminuir su competitividad en el mercado, a favor de tiendas o almacenes mejor organizados.
El desafío es encontrar el equilibrio entre el exceso y la escasez de existencias mediante el cálculo de las existencias de seguridad. De esta forma, se minimizan los riesgos asociados a los extremos.
Se puede mejorar la gestión de inventario mediante:
- Organizar el almacén o espacio de almacenaje.
- Establecer buenas prácticas de nomenclatura y etiquetado de inventario.
- Definir y documentar los métodos de reabastecimiento.
- Usar conteo cíclico.
- Limitar y rastrear el acceso al inventario.
- Utilizar software para la gestión de inventario.