Los envases reutilizables son envases que se utilizan varias veces. A menudo se utiliza para mover, almacenar y distribuir productos a lo largo de la cadena de suministro, lo que mejora el flujo de productos de forma respetuosa con el medio ambiente. Por lo general, está diseñado para brindar durabilidad, facilidad de uso, limpieza, reparación e idealmente es plegable o encajable.
Según la Reusable Packaging Association (RPA), los envases reutilizables pueden ayudar a eliminar la necesidad de reciclar o remanufacturar envases de un solo uso, reduciendo las emisiones de CO² (gases de efecto invernadero) hasta en un 60 %. La larga vida útil de un solo artículo de empaque reutilizable evita que cientos de artículos de empaque de un solo uso terminen en los vertederos, lo que reduce los desechos sólidos hasta en un 86 %. Además, la energía utilizada para fabricar artículos de embalaje reutilizables es hasta un 64 % inferior a la necesaria para fabricar y reciclar los artículos de embalaje de un solo uso que sustituyen.
Logística inversa
La reutilización requiere que se establezca una logística inversa. Esta es la serie de actividades requeridas para recuperar un producto usado de un cliente y desecharlo o reutilizarlo.
La logística inversa crea valor al convertir los desechos en ventas y genera confianza en el cliente. Las empresas revenden, reutilizan y reciclan productos devueltos. La logística inversa efectiva mantiene bajos los costos de almacenamiento y distribución y puede reducir el impacto ambiental, social y económico de una empresa. Al mismo tiempo, puede aumentar la rentabilidad y la utilización de activos de una empresa.
El poder de combinar reducir y reutilizar e incorporar materiales reciclados/degradables es el camino a seguir para maximizar el impacto: puede investigar los beneficios esperados con una herramienta de análisis del ciclo de vida. Un LCA (Evaluación del ciclo de vida) considera todo el ciclo de vida de un producto, desde la extracción y el procesamiento de materias primas, pasando por la fabricación y distribución, hasta el uso final y la eliminación o el reciclaje. Esto nos permite comprender mejor las conexiones entre el consumo de recursos, el uso de energía, los desechos y desafíos ambientales más amplios como el cambio climático. A través de LCA, podemos aprender cómo reducir el impacto ambiental de un producto y tomar mejores decisiones.
Obviamente, no es fácil, pero puede incorporarse de manera inteligente dentro de un plan de replanteamiento estratégico del empaque. La Fundación Ellen MacArthur ha producido una guía muy interesante sobre Upstream Innovation que incluye muchas opciones que están disponibles hoy para comenzar a tener un impacto en diferentes tipos de empaques.