En 1979, Ad Lansink, un político holandés, creó y presentó la escalera Eponym. Incluso hoy en día, todavía se le considera el padre de la jerarquía de residuos. Una aplicación adecuada de la jerarquía puede ayudar a prevenir las emisiones de gases de efecto invernadero, reducir los contaminantes, ahorrar energía, conservar los recursos, crear puestos de trabajo y estimular el desarrollo de tecnologías verdes. Por este motivo, la jerarquía de residuos se ha convertido en una referencia fiable utilizada en toda la industria.
Centrémonos en los dos pasos principales: reducir y reutilizar.
Reducir es el primer paso obvio que todos pueden tomar
Prevenir los desechos en la fuente, o eliminarlos antes de que se generen, es la forma más efectiva de minimizar el impacto de un sistema en el medio ambiente. Muchas empresas están preocupadas por la cantidad de embalaje en el que se transportan sus productos y tratan de evitar los productos que consideran «sobreembalados».
Eliminar el embalaje adicional, como blísteres o envolturas retráctiles, es una forma de ‘reducir’. Sin embargo, repensar el producto en sí mismo para bajar cuantitativamente el peso del empaque utilizado es otra. Por ejemplo, concentrar el producto – deshidratarlo para reducir el volumen de agua y por lo tanto el tamaño del envase primario requerido.
Sin embargo, cuando no se puede reducir sin comprometer la funcionalidad y la necesidad de empaque, la reutilización se convierte en la siguiente mejor opción a seguir.